Alquiler de barcos, veleros y yates en Córcega

La isla de Córcega es un auténtico paraíso para alquilar un barco y aventurarse por los 1000 kilómetros de costa con el fin de descubrir auténticos tesoros que son únicamente accesibles por mar. Existen diferentes categorías de embarcaciones que van desde el Zodiac semi rígido, pasando por el velero, el catamarán, hasta los barcos de lujo…Las compañías de alquiler de barcos proponen además embarcaciones con o sin skipper, y las tarifas varían en función del barco, del período del año y del tiempo (puede ir desde medio día hasta dos semanas o más).

Espectacular foto de un velero en medio del mar en Córcega, una noche de luna llena.

La Costa corsa

El norte de Córcega es más salvaje y es aconsejable visitarlo con buen tiempo; allí el viento Mistral puede levantarse en el Cap Corse. Los barcos que vienen del oeste o del noroeste ven en primer lugar el gran macizo montañoso que domina la costa noreste de la isla: el Monte Cino (2710 m). En Cap Corse, los abrigos no son muy buenos para fondear en caso de vientos fuertes (el Tramontana o el Libeccio); el único abrigo posible se encuentra en el Puerto de Macinaggio, situado en la punta oriental del Cap Corse

La costa oeste es un lugar privilegiado en cuanto a playas y calas se refiere: tanto en la Balagne, en el norte, como el el Golfo de Porto, el de Sagone, el de Ajaccio y el de Valinco, donde pueden darse baños excelentes (una de las opciones más recomendables cuando no disponen de demasiado tiempo). Y los paisajes son de una belleza impresionante.

En el sur de Córcega hay vientos frecuentes, sobre todo en las Bocas de Bonifacio, aunque vale la pena la visita, ya que hay numerosas playas de arena fina. Saliendo del puerto de Bonifacio, hay tres posibilidades: ir a Cerdeña, visitar las islas Lavezzi y Cavallo, o remontar por la costa Este, pasando por Piantarella, entrar en el Golfo de Santa Manza, llegar al Golfo de Rondinara -después de pasar la punta de Rondinara -, donde hay una bahía con una pñaya magnífica donde puede fondearse.

Para terminar, el este de Córcega, entre Solenzara y Bastia, es una costa lineal de arena en la que no hay demasiados abrigos.

En la Bahía de Roccapina pueden fondear y darse un buen baño en una de las playas más bellas de Córcega. 

Principales puertos

Entre los puertos más importantes de Córcega en donde pueden hacer escala se encuentra: St-Florent, Calvi, Ajaccio, Propriano, Bonifacio, Porto Vecchio Solenzara, Taverna, Bastia y Macinaggio.

Vientos

El extremo sur de la isla de la Belleza es una de las regiones más ventosas, con ráfagas superiores a 80 km/h: el viento sopla más de 150 días por año en la región de Bonifacio, lo cual es ideal para los surfistas. El viento del sur es caliente y húmedo, cargado de arena del Sahara; es el Siroco (el 15% del tiempo). Después está el violento viento del noroeste, seco en verano y húmedo en invierno: el viento del valle del Ródano, el Mistral (5%); es fuerte en la Balagne. El viento invernal del norte, frío y a menudo violento, es la Tramontana (15%). Puede ser engendrado por un anticiclón de Siberia o por una depresión en el centro de Italia. El viento del noreste es el Gregal (2%), que suele traer tempestades en otoño y en primavera sobre la fachada oriental de la isla.

El Levante (2%) es el viento del este, que puede llegar a la costa occidental. Pero el viento de Córcega por excelencia es el «Libeccio» (60%), de dirección suroeste en el sur de la isla y de oeste en Balagne y en el Cap Corse. Es seco en verano y muy húmedo en invierno, y trae precipitaciones a las vertientes occidentales. Aparece después de la Tramontana y del Mistral, del que deriva a menudo. También está el viento Poniente (2%), que viene igualmente del oeste. Y brisas marinas, como la «Ambata» («marinu» o «mezudiornu»), una brisa fresca que sopla en verano entre las 10 y las 4 de la tarde. Y brisas terrestres nocturnas, como la «terranu» («muntese» o «muntanolu») que siempre fue útil para que los veleros llegaran a tierra.

Mareas y corrientes

A lo largo de la costa corsa no hay corrientes regulares, excepto en el Estrecho de Bonifacio, donde están influenciadas por el viento. La corriente puede llegar a los 3 nudos después de sufrir los vientos fuertes del noroeste. Las mareas son bastante amplias en la zona.